A una gran potencia y nación no lo hacen sus armas...
A una gran potencia y nación no la harían sus armas sino sus valores morales y espirituales.
Hoy en día el hombre reclama y exige departe de los que le gobiernan y a todos lo que están a cargo de ellos mismos, un cambio de una vez por todas y que, si el gobierno cambia, si los demás cambian para bien ¿sería de igual manera reciproco ese cambio en ese ser humano que lo exige? porque no exigirse a sí mismo un cambio o como siempre, recurrir a su último juicio, "¡que cambie el de al lado, porque yo estoy bien!".
El mundo solo cambiará cuando aceptemos cada quien nuestra responsabilidad, la raíz y el problema de la violencia y toda situación actual viene desde casa, del seno familiar ¿qué les estamos enseñando a nuestros hijos? les enseñamos a defenderse con violencia, les enseñamos a no dejarse con odio y venganza, a hablar de los demás con crítica y juicio, a ver a los demás con inferiores, a discriminar al pobre porque esa fue su suerte, a robar no tan solo cosas físicas si no morales, de respeto y a pasar por encima de cuantos sea posible con tal que ellos salgan adelante y sea exitosos.
¿Que estamos haciendo desde casa? porque esos ciudadanos que se estar forjando para mañana, sepan cómo salir adelante y se superen no tan solo profesionalmente sino moralmente. Mucha gente dice "a mí nadie me enseña a educar a mis hijos" y sin darse cuenta los educa para su propia destrucción ¿dónde quedó esa inteligencia que como ser humano se le dotó? Saben, el orgullo, el egoísmo y la soberbia nos ha segado olvidándonos que una gran nación se construye desde el tesoro del seno familiar, no de la educación secular y escolar que apenas ocupa un mínimo porcentaje, ni de la civil o a la que un militar se sujeta por ser su carrera profesional, no de la educación que nos enseña la televisión, que no enseña más que con persuasión a alimentar a grandes empresas con su consumismo, el cual a muchos hace feliz por su materialismo y de los valores, ya nadie se acuerda y poco se mencionan, porque eso no es negocio; cuántos podemos encontrar un buen programa televisivo que vaya más allá de la cultura y nos ayuden a apreciar esos grandes valores que se han perdido y que podrían construir una gran nación, pero por desgracia eso "no es negocio".
Hasta cuándo entenderemos que a una nación y gran potencia no lo harán sus armas por más sofisticadas, potentes y nucleares lo sean, que espanten a sus peores enemigos. Esa gran nación la construirán solo sus valores y principios y entonces si impactará para bien al mundo entero; el respeto a los derechos de los demás, y al desprendimiento particular del egoísmo y la soberbia de sentirse unos más que los demás, de hacer cada quien lo que le parezca para su propio provecho y beneficio y ¿a dónde encaminamos a nuestros hijos? a su propia desdicha.
Nos hemos olvidado que de la misma manera todos sin excepción terminaremos en el sepulcro, ricos y pobres, la diferencia la haremos cada quien en particular, cuando encontramos el propósito de haber estado en esta vida. La educación de los valores en los hijos, el primer maestro es el padre, la madre; cuántos jóvenes y gente que han caído en un tutelar o reclusorio y manifiestan esa desatención de sus propios padres, que sin responsabilidad los trajeron al mundo. En fin, podríamos pasarnos toda la vida, escribiendo cuartillas y hablar de muchas terapias, libros de psicología, comportamiento de los seres humanos y mensajes hermosos de auto ayuda y todo echarlo a un bote de basura al final, sin entender que el mundo no será mejor sin valores morales, espirituales y se sigue sin considerar, volviendo a la raíz y los principios del verdadero respeto y educación, que se cultiva desde el seno de un hogar, donde un varón y una mujer si toman sus papeles sagrados de una familia y analizar para que fue diseñada, por su propio Creador, el Dios que hizo el universo, los cielos y la tierra y siguen las recomendaciones de su manual de vida, la biblia, serán más que exitosos y vencedores, y no habrán pasado de balde por este hermoso planeta azul.
El que quiera ser inteligente solo pruébelo y verá el fruto desde sí mismo, hasta su propio hogar, por más destruido que parezca lo esté ¿No será porque no ha considerado su manual de vida?...
Una vida en la tierra.

