¿Hacia donde tienes tu mirada?
Cuantas personas insisten en separarse de la iglesia y lo peor poco a poco de Dios, tomando el juego dicen: "pero si del me acuerdo a diario... bueno casi siempre, a veces se me olvida" y se han olvidado también aunque no completamente de una vida devocional personal y hasta caen en el error y como de costumbre su comunión en la iglesia pues la escritura dice: No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:25
El sutil, engañador y eficaz pretexto del enemigo: "¡tienes que trabajar, piensa en la solidez de tu economía, un mejor bienestar, ya luego lo dedicas a la iglesia; recuerda que tienes que comer!" y adoptamos mil y una formas y más de alejarnos, cuando caminando con Dios podemos tener lo mejor y al final nuestra salvación. La evidencia está en que dejamos de orar en las cosas más sencillas desde la mañana y dar gracias, por la salud, por un nuevo día, por los alimentos, y sobre todo de leer las escrituras y lo remplazamos sofisticadamente por las cosas del mundo, cuando la misma biblia nos dice que todo tiene su tiempo.
A veces pensamos que el seguir a Dios y mantener una relación con Él, es vivir separados completamente sin relación alguna con el mundo, entonces encerrémonos en un monasterio, cuando no es así, la diferencia la hace nuestra relación con El, y nuestro testimonio ante el mundo debe ser luz. Recordemos que el Señor Jesús en su oración dijo: Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y él fue glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que yo tengo dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. Y Luego agrega: Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Juan 17:10-11, 14-16
Una cosa es que estas en el mundo, otra que seas de él y hagas lo que el mundo te diga y otra que seas de Cristo y marques la diferencia ante el mundo, por la relación personal que llevas con Dios y del privilegio tan grande de ser amigo del creador del universo, ¡gloria a Dios!...
Con nuestros menesteres apartados de Dios y pobres en relación con El, olvidamos nuestro primer amor ¿a dónde queremos llegar? Por el momento tenemos todo, aparentemente hasta que repentinamente perdemos algo importante como la salud o a algún ser querido y ¡ay Dios mío! llega el momento de acordarnos de Él, a la fuerza o por la situación vivida y luego ¿qué pasa? ¡No lo encontramos al instante! Cuando estando en una relación diaria con el mejor amigo, el que no falla, el que va contigo y hasta hace que su ángel acampe alrededor tuyo y te defienda, porque le temes. Sin embargo a dónde quieres llegar sin Él.
Cuantos hay que en su afán por la vida y agradar al mundo, encuentran hasta el éxito personal, adquieren bienes y riquezas, luego terminan perdiendo esa valiosa salud, la paz, y nunca llegan a saciar ese vacío que les ha dejado la separación con su Creador. Es triste en verdad, cuando en el Señor tenemos lo mejor, quizás haya escases como de trabajo, dinero, riquezas, casas, autos, etc. Pero tenemos a un Dios grande que provee la paz, el gozo en nuestra vida, que no permite que nuestro hogar y familia sufra de falta de calzado, de un pan en la mesa, de vestido, pues si aún a la aves viste y da de comer, cuanto más valemos nosotros.
Hermano si alguna de esta situaciones estás pasando en tu vida, no se te olvide que Dios el creador del universo te creo para El y no te dejará ni te desamparará si vives a su lado, congrégate, es biblico y es su voluntad; no encontrarás otro lugar en el mundo como un sediento en el desierto anhelando el oasis para saciar su sed, como lo es tu iglesia Cristiana donde se predica el amor y la salvación de Jesús, que tu pretexto no sea la gente que se dice no es sincera al asistir ahí, a ella no la vas a buscar, busca y aprende la palabra de Dios y como puedes llegar a ser como Jesús para llegar al cielo nuevo y tierra nueva, a la morada que nos fue a preparar nuestro salvador.
Muchos en algún momento nos olvidamos que la iglesia es como un gran hospital, no de sanos porque los sanos no tienen necesidad de médico y si los enfermos, un lugar donde muchos pecadores y enfermos espirituales llegan porque tienen la necesidad de ser sanados, espiritual y físicamente, y si pensamos que es un lugar donde debe haber santos y perfectos de lo contrario jamás asistiremos allí y nos llevamos la peor de la decepciones por estar mal puesta nuestra vista y no en el perfecto de los perfectos, Cristo, y ser como El; Acaso no sabemos que jamás encontraremos una iglesia con todos sus congregantes perfectos en este planeta, porque no la hay.
Cristo nos advirtió de los tropiezos que habría: Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡Ay de aquel por quien vienen! Lucas 17:1 (Mt. 18.6-7,21-22; Mr. 9.42
No obstante si hay cuerpos como templos y corazones donde el Espíritu Santo mora en una relación con sus hijos y estos son guardados durante toda su vida, ellos se congregan y quizás vean muchos errores en los que ahí asisten y en el pastor, pero su vista y objetivo no está puesta en ellos, ni en criticar, está en aprender cómo no hacerlo y mejorar personalmente para glorificar a Dios en su propia vida, está en orar por esa necesidad de perfeccionarse cada día, por donde se supone debería haber, no se encuentra la perfección porque estamos en el mundo y somos humanos.
Entonces así se hace la diferencia de los que son de Cristo y los que todavía son del mundo. Es tu decisión permanecer del lado que lo hayas dispuesto pero de esa elección dependerá tu futuro y de donde pasarás la eternidad. Cuando el creyente va en busca de Cristo a la iglesia, lo encuentra y cada vez que asiste se ve edificada su relación personal con Dios, llegará el día que cierre sus ojos en la tierra y los abrirá en esperanza del que le prometió "Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida"
Mientras querido hermano tomemos el consejo diario:
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Colosenses 3:1-4
Dios te bendiga.

